Translate

jueves, 5 de noviembre de 2020

Artículo LA SORPRESA COMPLETA. BMW R 18 por Willy Sloe Gin

 

LA SORPRESA COMPLETA. BMW R 18

 

Armo la pluma para escribir riesgos, aventuras nuevas. No tengo por más que relegar lo escrito hace poco y así poder continuar el anterior relato en una próxima entrega. Pero lo cercano, lo próximo es lo que manda. Actualidad bañada en premura  tantas veces absurda. No es el caso…  No me olvido de mis faros, de aquellos seis cilindros en línea. Transversales y perfectos… como esas curvas insultantemente rectas que vistas desde la Mar tantas veces he visto y soñado.

Y es que como decía el sabio, “Vivir no es otra cosa que morir a diario”. No llegará a tanto la cosa…

Cambio pues de tercio para escribir sobre otra joya, para sentir faenas distintas.

Tres meses y tres estandartes que me han llevado a vivir intensamente carreteras y tantos más aprendizajes. Tres viajes con tres buques insignia de nuestra Marca. Cuando crees que lo tienes todo visto, cae en tus manos o yo en las de Ella, este nuevo “navío de línea”. Sí, creemos venir de vuelta, arrogantes por tanta milla vista, por tanta gente conocida en lugares difícilmente alcanzables. Craso error…

Estos meses aderezados con prohibiciones y desgracias, comenzaron con la compañía de la polivalencia hecha moto. BMW R 1250 GS HP Adventure. Referente y referencia en carreteras de cualquier tipo, con o sin tierra. Volví al poco al mismo lugar, esta vez con mejor compañía y con otra joya. BMW K 1600 Bagger Grand America. Otro referente en un segmento distinto. No quiere arenas ni pistas raras aunque por todas me ha acompañado. Es en carreteras amplias donde mejor se desenvuelve. Ya escribí en un artículo anterior que me faltaban colores en mi paleta para glosar las virtudes de semejante moto… Volveré a hablar de la Bagger.

Y para rematar la faena me cayó encima otra reina. BMW R18. El paradigma de las “custom”.

La R18 te fuerza de forma inmisericorde a entenderla, a acostumbrarte a su motor y sus formas, a todo lo que despierta, a tantos que la miran y admiran. Altas pasiones sin duda.

Muchos han querido fotografiarse a la vera de la moto. De hecho, en alguna ocasión he tenido la oportunidad de presenciar cómo, no menos de quince personas se “daban la vez” para inmortalizar el momento. Todos esperando estoicamente su turno. No es para menos.



Será por lo impresionante de su bloque motor, por sus dos cilindros de novecientos centímetros cúbicos por barba y banda. Por su altísima tecnología escondida en una apariencia del siglo pasado.


En definitiva, que no le falta detalle. Gobernado todo por tres modos/mapas que hacen que pase de ser un gato a una pantera para acabar siendo un tigre de Bengala. Lisa y llanamente perfecta.

Abandonada la ciudad crece en su esencia, consciente de su poderío.


Y nos pedirá calma para no agotarnos en una primera ruta, por no acabar con nosotros en el primer asalto.



Con Ella tenemos delante el viaje que no el turismo. Largo o corto. Que cada cual decida, pero que lo haga con la R18


“El viaje es lo que cuenta”

Homero

 

@Willy Sloe Gin




Nuestro agradecimiento a los que apoyan este proyecto: 

No hay comentarios:

Publicar un comentario