Portugal y sus "adentros"
Ya en capilla. En Tierras del Reino de León.
En Ciudad Rodrigo. Tierra bendecida por su Historia, por su belleza, por el
Águeda que la mantiene limpia a diario.
Aquí empieza todo y acabará después de
recorrer Portugal de cabo a rabo… Veinte días, del 20 de Junio al 10 de
Julio. Será el cuarto viaje que me lleve
a este país. Esta vez será distinto, que los otros fueron para recorrer sus
Costas, sus Faros. Ahora bucearemos su interior, sus monasterios, sus
conventos, sus palacios. Y como siempre, aparece el vértigo disfrazado en
aventura, en belleza. Bragança, Braga, Guimarães, Oporto, Sintra, Lisboa,
Setubal, Sagres y su Cabo de San Vicente…
Tampoco parece menor la ansiedad que provoca
un nuevo viaje, como tampoco lo es agarrar pluma y papel y así, saltar al vacío
para sumergirse en el misterio de la virginidad completa. Camino y papel, santo
y seña de lo que está por llegar, de lo que debe escribirse desde la desnudez
misma. De la magia del papel que necesita ser escrito…
Vuelo sólo entendible por necesitar acariciar
la vera de lo desconocido. Lo que está por llegar, lo que a la fuerza, acabará
anegándonos sentimientos y tripas. Y ciertamente llega, pero te alcanza
disperso, con las luces, con los pasos cambiados.
Aparece de cuando en vez el temor, el respeto,
que no el miedo. Aquellos son actores necesarios en cada aventura. Actores de
reparto, actores al fin y al cabo. Es el viaje en sí mismo el único actor
principal, insultantemente protagonista. Manda, gobierna, maneja tiempos,
dibuja luces, juega con sombras, regala descansos y permite a los que lo
miramos desde la platea creer que acariciamos campos, que el agotamiento es
nuestro, que nos pertenecen monasterios venidos abajo, que son nuestros algunos
maizales imposibles.
Causa y casualidad, el devenir mismo del
Camino. Necesidad imperiosa y obscena de andar leguas, de recorrer millas, de
nacer metro a metro, quizá morir a diario… conoceréis nuestros pasos en Entre
Mapas y Candiles.
Va para un año que, sin saber, recalé en
Tierras de Salamanca, en el Reino de León. Descubrí en Ciudad Rodrigo la
grandeza de lo majestuoso, la importancia, la necesidad de lo nimio. Tantas
veces he vuelto… Volví a mi nueva querencia como acémilas que mucho más sabias
que yo regresan a sus corrales. Mucho más he encontrado a la vera del Águeda, a
la sombra de rebollares inmensos, a los pies de un faro varado en Tierra, a la
inmensidad de Jálama.
Ha llegado el momento de cruzar la Raya. Más
resmas, más leguas.
Nueva historia que nos llevará ahora a
monasterios, conventos, palacios y a algún faro que otro. A Portugal. Tierra
hermana sin duda. Hermana a pesar de siglos, de tratados, de validos no siempre
válidos que no hicieron otra cosa, a pesar de todo, que hermanarnos más si
cabe.
Y entre tanta maravilla, alguna luz que otra
iluminará tanta milla. Portugal iluminado por mil faroles, por cientos de
colores cambiantes del Océano que lo baña.
Portugal y el Viaje. Actores principales de
esta obra que recién se estrena. Próximo a que se ice el telón, nosotros,
actores secundarios, escucharemos la cadencia de la Obra, la musicalidad de sus
versos. Con suerte estaremos a la altura de lo que se nos viene encima.
Participar de una Obra perfecta, pisar un país
insultantemente bello. Ser cómplices de un principio nacido en el Reino de
León. De un final desconocido.
De un final que necesariamente es el principio…
Mi agradecimiento, como siempre a:
BMW Ibérica, BMW Motorrad España, BMW Movilnorte Motorrad,
Trimotos, Autoservicio del Motorista, Spidi, Paradores de España, Parador deCiudad Rodrigo, Restaurante La Veinte de Ciudad Rodrigo, Taberna La Andaluza deEl Álamo, Pousada de Mafra-Palácio dos Marqueses, Palácio de Bussaco- Hotéis Alexandre Almeida, Rodando contra el Cáncer y a
todos los que desde hace tanto creen en mis desvaríos.
Willy Sloe Gin
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